Cómo evitar las albóndigas duras
Home Cook World dice que la mejor manera de preparar albóndigas es dorarlas primero. Cuando están bien doradas, las albóndigas deben desarrollar una corteza marrón conservando su tierno interior. Este dorado, que se produce como resultado de una serie de reacciones químicas entre las proteínas de los alimentos, los azúcares y el calor llamadas reacción de Maillard, también hará que las albóndigas sean más sabrosas. Una vez doradas y crujientes por fuera, colóquelas en una salsa hirviendo a fuego lento hasta que estén totalmente cocidas.
Es esencial dar tiempo suficiente a las albóndigas para que se cocinen, pero si se dejan demasiado tiempo empapadas en la salsa, se volverán blandas. Las albóndigas deben estar tiernas como un tenedor, pero no empapadas. Pero las cosas también pueden ir al revés: unas albóndigas mal cocinadas pueden salir de la sartén secas en lugar de jugosas. ¿Cómo conseguir unas albóndigas perfectas? Para conseguir unas albóndigas perfectamente cocinadas, hay que elegir el corte de carne adecuado y controlar la temperatura de la carne mientras se cuece a fuego lento.
El primer paso para hacer unas albóndigas de muerte es elegir el corte de carne adecuado. Livestrong afirma que utilizar un corte de carne de vacuno demasiado magro puede suponer un desastre para el cocinero poco preparado y dar lugar a unas albóndigas secas o duras. First We Feast sugiere elegir carne picada que tenga entre un 70 por ciento de carne magra y un 30 por ciento de grasa.
¿Cómo se ablandan las albóndigas cocidas duras?
Cueza al vapor las albóndigas secas
Así, poner tus albóndigas secas en una vaporera ayudará a nivelar las suyas. Como explica TipHero, este método funciona porque, al igual que cuando cocinas albóndigas al vapor, la cocción al vapor de tus albóndigas las somete al aire vaporizado, convirtiéndolas de secas a jugosas.
¿Por qué están duras mis albóndigas?
Trabajar demasiado la carne picada la endurece y nunca se prestará a una albóndiga tierna y ligera. La mejor manera de combinar los ingredientes a la perfección es con los dedos, que son mucho más ligeros que una cuchara dura y evitarán que la mezcla de albóndigas se convierta en una pasta.
Albóndigas suecas
Ok, yo estaba siguiendo algunas recetas en línea para algunas albóndigas que requieren cáscara de naranja seca. Mezclé la cáscara de naranja en dados, la cociné, y fueron las albóndigas más horribles de la historia. No sabía a nada parecido a lo que debería ser, y tenía un sabor horrible. Como era de esperar, tenía un sabor a naranja demasiado pronunciado que no estaba bien. Los niños lo odiaban. Yo lo odié.
El lote no utilizado está ahora en el congelador ocupando espacio. Usé buena carne molida, así que odiaba tirar todo el lote. Me gustaría salvarlos si es posible. Aparte de descongelarlas y quitarles uno a uno los trocitos de piel de naranja (y esperar que el sabor no se haya impregnado en las albóndigas), ¿hay algo que pueda hacer para salvar las albóndigas?
¿Tus hijos comen guisos? ¿O cosas tipo enchilada/burrito? Si es así, yo trocearía las albóndigas, las mezclaría con cebolla y calabacín salteados y las salsearía con algo parecido a una salsa de mole. El sabor de la salsa de mole combina bien con los cítricos, así que podría equilibrarlo. Un guiso podría añadir maíz o arroz para diluir aún más el sabor. Un wrap podría incorporar arroz, frijoles, etc. para hacer lo mismo.
Cómo arreglar las albóndigas de pavo secas
Esta es nuestra receta de albóndigas de siempre. Es rápida de hacer, utiliza ingredientes que siempre tenemos a mano y la receta garantiza unas albóndigas jugosas, tiernas y sabrosas. La carne picada que utilices depende de ti. Esta receta funciona con ternera, cerdo, cordero, pollo, pavo o cualquier otra carne picada que tengas a mano. Saltar a la receta de albóndigas jugosas y tiernas
Albóndigas en la estufa – Para obtener albóndigas perfectamente doradas con una corteza casi crujiente, cocínelas en una sartén en la estufa. Cocinarlas de esta forma te permite girar las albóndigas en aceite, lo que garantiza que se doren por fuera y queden jugosas y tiernas por dentro.
Albóndigas al horno – Hornear las albóndigas en el horno es sencillo y facilita la limpieza. Yo uso mi tapete de silicona para hornear (el nuestro es un Silpat), pero puedes usar un trozo de papel pergamino o incluso papel de aluminio para forrar una bandeja para hornear antes de forrar las albóndigas y hornearlas.
A mí me gusta hornearlas a una temperatura alta (de 400°F a 425°F) para que se doren un poco. A esta temperatura, las albóndigas tardan unos 20 minutos. Nosotros utilizamos este método para hacer estas albóndigas de pollo rellenas de queso.
Cómo arreglar las albóndigas húmedas
Supongamos que estás cocinando para una multitud, como una reunión familiar que hace tiempo que no se celebra o la fiesta del 2º cumpleaños de tu hija. Quieres preparar las albóndigas en salsa, ya sea de tomate en conserva, salsa gravy o algo más elegante, con antelación.
Las albóndigas deben cocinarse hasta que alcancen la temperatura interna mínima para un consumo seguro. Si las deja cocer a fuego lento o en la salsa durante demasiado tiempo, puede cocinarlas en exceso, en cuyo caso se volverán duras al principio y, finalmente, se volverán blandas y pastosas.
Antes de entrar en materia, dediquemos unos minutos a hablar de la carne picada. De vez en cuando, algunos de nosotros cometemos el error de utilizar carne magra, especialmente si es de vacuno, y cocinar nuestras albóndigas a la perfección, sólo para que salgan increíblemente duras.
Cuando compres carne picada en el supermercado o en la carnicería, verás que en la etiqueta aparece una proporción, normalmente 93/7, 90/10 o 90/20. Esa proporción indica el porcentaje de carne magra que contiene la carne picada. Esa proporción indica el porcentaje de carne magra con respecto a la grasa, siendo 93/7 la más magra y 90/20 la más grasa.